miércoles, 18 de abril de 2018

PRIMERO VINIERON A POR LOS CDR. Miquel P



Miquel P.

...pero como yo no soy independentista..., pero como yo no soy catalán...
Éstas y otras excusas están en el fondo de la inactividad de buena parte de la izquierda española a la hora de no mojarse en el tema catalán, cuando no asumen directamente las ideas unionistas del PP-PsoE-Cs y defienden la unidad de España, como está haciendo ya Podemos abiertamente.

Pero si soy menos generoso diré que lo que hay detrás en realidad es, en muchos casos, un mezquino cálculo electoral: “Si toco éste tema que no es muy popular pierdo votos”, o  “Hay gente en el partido que se iría si hablamos de Catalunya”, que traducido significa entre otras cosas: “Hemos despolitizado tanto las organizaciones que hay temas que hace 100 años era natural defender desde la izquierda y hoy día solo provocan tensión y fuga en nuestra filas”.

Y así nos va; los/as jóvenes de Altsasu llevan mas de 500 días encarcelados por una pelea de bar, y nos da igual: trincan o multan por docenas a titiriteros, tuiteros o cargos públicos independentistas y miramos para otro lado; invaden Catalunya miles de señores armados y apalean a mas de  900 personas a la vez que impiden a la gente votar y tampoco nos inmutamos; llueven cientos de miles de euros en multas a los murcianos y como el que oye llover; en Burgos los podemitas atacan a la “imaginativa” Antea Izquierdo por llevar una camiseta de apoyo a Altsasu y en Nafarroa pero en otros lugares los podemitas...llaman a movilizarse a favor de esos mismos jóvenes...y así todo.

El capítulo mas reciente lo han protagonizado, de nuevo, los catalanes. En esta ocasión acusan de terrorismo a una joven, Tamara C., a la que en un operativo policial escandaloso los agentes de la Guardia Civil (a la que acabamos de subir el sueldo como dios y las necesidades represivas del estado mandan) se incautaron durante su detención de peligrosos objetos destinados a “sembrar el terror” (digo yo): una careta de papel con la imagen de Jordi Cuixart, carteles y camisetas de apoyo a los políticos encarcelados, documentos relacionados con la preparación de una actividad lúdica y objetos de color amarillo, como un silbato. Sin palabras.

Tal memez de acusación ha sido imposible de digerir por el juez de turno (y eso que la judicatura española está en pie de guerra contra cualquier disidencia) que ha liberado a la compañera, pero la campaña de demonización mediático-fascistoide no se la quita nadie a millones de españolitos de bien a los que se está inoculando el veneno anti-catalán y la idea de que los Comités de Defensa de la República son mas o menos como los comandos suicidas de Al Qaeda.

¿Y la izquierda fuera de Catalunya? Salvo honrosas y minoritarias excepciones...ni está ni se la espera.

Primero vinieron a por los CDR...

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